...Creo en tu sonrisa, creo en mí si te veo hoy y me pedís que no me rinda, sigo por vos...
![]() |
| Gracias por cada sonrisa |
Por puntos o por knockout
Nacer, crecer, comer, correr, jugar, gritar, hablar, querer, tirar, odiar, putear, tropezar, caer, pensar, decir, caminar, abrazar, enamorarse, besar, amar .... Morir. Extraño como la suma de acciones tan insulsas, tan cortas, tan repetitivas, nos llevan toda una vida realizar, repitiéndose, corrigiéndose, perfeccionándose y repitiéndose otra vez. Todo en un único camino dibujado bajo la ilusión del libre albedrío, bajo la idea de que somos nosotros quienes tomamos nuestras propias decisiones. Tal vez así sea, pero en mi estado actual, lo único que me ha sido demostrado, es que las decisiones ya están tomadas, solo nos falta vivirlas. Pero me estoy yendo de tema, a lo que iba. Como es que la suma de estas pequeñas acciones, pequeños momentos que pueden durar desde apenas unos minutos a horas y horas seguidas, nos alcanza para distraernos en el camino a esa última lucha, ése ultimo enfrentamiento en la vida de cada hombre. Es que esa lucha no es otra más que la Muerte. No importa que tan duro la Vida te haya golpeado, no importa si resististe un solo round, o 15 contra ella, no importa si perdiste por K.O o por puntos, el tema es que siempre vamos a perder. Pero en la vida de todo campeón, siempre hay una última pelea para pelear. Esa pelea que solamente nosotros vamos a ver, una pelea de uno a uno, una pelea donde no hay público, donde ganemos o perdamos, solo nosotros sabremos a donde estamos. Extraña manera de pensar, muchos dirán que estoy loco, pero aún así, no me importa, mientras pueda seguir sacando una sonrisa, mientras pueda hacer su pelea mas llevadera, mientras pueda alivianar su caída en su pelea contra la vida, les aseguro que mi propia pelea voy a asegurarme de llegar hasta los puntos. Y quien les dice, que incluso no le gane un par de rounds. Vida, vos me vas a ganar, pero te aseguro que no voy a caer sin pelear mientras tenga a mis amigos haciéndome de público. Con la suma de mis momentos pequeños, acciones rápidas e ilusas, sin ninguna finalidad, voy a llegar a donde quiero llegar: alcanzar la pelea contra la Muerte, pero siempre con estilo. Así que dale, golpeá, acá está mi cara, pero sabélo, vos vas a probar mi mano por cada vez que yo pruebe la tuya. Por cada sonrisa que logren mis amigos, ese es mi momento, en la felicidad de los demás, yace la mía.
Recuerdos de un Facebook ya olvidado
Son las 2:30 A.M cuando empiezo a escribir. Será mi primera nota que no sea una canción, y ojalá, no la última. Con caminos interminables en mi cabeza bajo el nombre de interrogantes, todos cruzados, todos conectados, todos tan sensibles a desmoronarse como una casa de cartas. Uno de ellos: religión. Todos conocemos mi lugar frente a la "religión colectiva", todos estamos al tanto de mis pensamientos hacia Dios, esa supuesta forma de amor que maneja el mundo. Honestamente, si este Dios es la imagen del amor, entonces ¿con que razón entregar un planeta tan perfecto como lo es el nuestro a una especie tan auto-destructiva como nosotros? ¿No será que este Dios tan humano que nos vendieron por milenios, no sea más que otra manera de justificar todos los actos oscuros del ser humano? Para mí, Dios no es sino un niño con una granja de hormigas, un nene sentado en una silla mirando un mundo en el cual no puede intervenir. Un mundo en el cual el sentirse iguales es sinónimo de sentirse menospreciado. Un mundo donde sus habitantes crearon una manera de hacer legal la destruccion de su propio planeta, de sus individuos. Un mundo donde, por supuesto, todo el mundo está disconforme con la organizacion, pero si ésta no estuviera ¿serían ellos capaces de sobrevivir sin aniquilarse los unos a los otros? ¿Serán ellos capaces de entender que al final, en el momento en que la muerte les de un último abrazo, no importa todo aquello que compraron, sino la capacidad de mirar hacia atras y decir: no me arrepiento? ¿Podrán entender que al final, todo termina en la nada, pero que aún así, es su magnífica capacidad de adaptación aquello que defina sus últimos momentos? Porque la felicidad no tiene un sólo camino, porque nada tiene un sólo final, porque al final todo se resume a una decisión: ¿qué es lo que buscamos? ¿Paz o libertad? Y porque no importa que nos digan que hay que temerle a la muerte, al final, en ese largo camino hasta la eternidad, ella es nuestra única amiga. Porque no importa que tanto lo creamos, nada realmente termina. Son las 2:49 A.M cuando termino. Mell me contesto algo en el msn, ya le contestaré. Por ahora, estoy libre.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)





