Esta semana
definitivamente no fue la mía: se me rompió la compu, me enfermé, mis notas
sufrieron una depresión peor que la bolsa en el 30... Pero no, no escribo por
eso. No escribo para decirte lo contento que me pone volver a conectarme, no
escribo para decirte que estoy mejor, no escribo para decirte nada. No escribo
para vos. Escribo por los que pasaron en el medio: escribo para Luli, escribo
para Monti, escribo para Tati, escribo para Kenji y para Marco. Escribo para
decir que me decidí a desbloquearte. Escribo para decir que no te odio. Escribo
para decir que no te olvido. Escribo para que el mundo sepa que el martes no
fue plena coincidencia que haya compartido esas 4 cuadras con vos,
definitivamente no. El martes fue lo que fue por el hecho de que no hago
Gimnasia. No, no es una forreada, es enserio, todo por culpa de Monti y su
charla. Todo porque el sábado a la noche Luli y una charla de la vida me puso
del orto y no me dejó dormir. Todo porque hace meses Tati me lo resumió todo en
tres simples palabras: son unos pelotudos. No me importa, al fin y al cabo,
creo que siempre lo supe: te extraño. Pero ya no importa nada, ya no hay una
ruptura entre nosotros, yo creé, arranqué y coloqué entre nosotros al mismísimo
Averno, con Hades, Cancerbero y la Parca en el. No hay vuelta atrás, eso está
claro. Pero no te deseo lo peor, todo lo contrario de hecho, espero que seas
feliz, que no te lamentes por un pasado sin sentido, apuntá al futuro que
elegiste y dale para adelante. No quiero que llores, no quiero que estés
triste, no quiero saberte mal. Siempre te dije para mí eras la madrina de mis
hijos y que siempre me ibas a tener, y eso no lo cambia nada, ni siquiera el
hecho de que no haya palabras entre nosotros. Cada comentario tonto que hacía
no era porque Kenji lo entendiera, era para escuchar tu risa, esa risa que
tanto extrañaba. Esos ojos que se clavaron en el suelo y no se despegaron de ahí,
quizá por tristeza, quizá por enojo, pero ahí estaban. Un par de palabras
apagadas que no llegué a escuchar, pero dudo que hayan sido para mí. No, ya no
hay nada tuyo para mí, porque ya no tengo nada para vos. Te di mi vida, me
diste la tuya, nos dimos peleas, te di mi indiferencia, me diste tu odio, te di
arrepentimiento, me diste amor, nos dimos muerte. Extraño ciclo de la vida el
nuestro, pero bueno. Ya no te quiero, pero te amo. Ya no te amo, pero te
extraño. Ya no te extraño, pero te quiero. Maldito círculo vicioso de mi
orgullo. Me odio, me detesto y me doy asco. Tonto, tonto yo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario